Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1889-1890 (Cortes de 1886 a 1890)
Sesión: 27 de enero de 1890
Cámara: Congreso de los diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Labra
Número y páginas del Diario de Sesiones: 79, 2210-2211
Tema: Interpelación del Sr. Labra sobre los sucesos de Portugal. Medios para lograr la pronta discusión de los presupuestos y de la reforma electoral

He pedido la palabra para decir al Sr. Labra que el Gobierno tiene mucho gusto en aceptar desde luego su interpelación, como está dispuesto a aceptar todas las interpelaciones que se le dirijan y a no rehuir ningún debate; pero todo esto quisiera el Gobierno hacerlo sin que sea en perjuicio de la discusión de los presupuestos y del sufragio universal. Al efecto, yo me atrevo a pedir al Sr. Labra, a pedir a las oposiciones todas, que se sirvan ayudar al Gobierno para ver cómo pueden desenvolverse todos los debates accidentales que las oposiciones tengan por conveniente plantear, sin interrumpir en poco ni en mucho la discusión de los dos asuntos importantísimos que están sobre la mesa.

Yo me atrevería en este caso y para este objeto a suplicar a nuestro digno Presidente que se sirva proponer esta tarde, si así lo tiene por conveniente, o mañana, cuando lo juzgue oportuno, después de conferenciar con las oposiciones (yo quisiera que esto se hiciese de acuerdo con las oposiciones) que hubiese sesiones dobles (El Sr. Romero Robledo: Pido la palabra); una extraordinaria para los asuntos accidentales, para las preguntas, interpelaciones y proposiciones de ley, para todos los asuntos que los señores Diputados tengan por conveniente suscitar, y la ordinaria para el examen y conclusión del sufragio universal y de los presupuestos. (El Sr. Vizconde de Campo-Grande: Y la mayoría no vendrá).

Vendrá la mayoría, ¡no ha de venir! y vendrán las minorías, porque cuando hay interés en una cosa, todo el mundo manifiesta deseo de cumplir con su deber.

Pero, en fin, ¿es que no se quiere eso? Pues hay otro medio: al Gobierno le da lo mismo cualquier medio, con tal que conduzca al mismo resultado. ¿No se quieren sesiones extraordinarias para discutir los asuntos que pudiéramos llamar extraordinarios, y cuyas sesiones pudieran celebrarse o por la noche o por la mañana? Pues vamos a aumentar las horas ordinarias de sesión, que en lugar de cuatro sean seis, dedicando las dos primeras a los asuntos incidentales, y las cuatro siguientes a los presupuestos y al sufragio universal. De esta manera, Sres. Diputados, yo tengo la seguridad de que todo se discutirá pronto, y que además las oposiciones tendrán calma y sosiego para explanar despacio todas las interpelaciones que tengan por conveniente hacer, sin que les quede el remordimiento de entorpecer debates tan importantes como el del sufragio universal y el de los presupuestos. Ya sea aumentando las horas de sesión, ya con sesiones extraordinarias para los asuntos que pudiéramos llamar extraordinarios, creo que en brevísimo plazo habrán salido de aquí el proyecto de ley de presupuestos y el de reforma electoral, con lo que me parece que prestaremos un gran servicio al país, a las instituciones y a los partidos todos.

Deseo, pues, que nuestro digno Presidente, si no esta tarde, cuando lo juzgue oportuno, trate esta cuestión [2210] con las oposiciones y se resuelva aquello que con más comodidad pueda dar mejores resultados; y ya a que esto ha de dilucidarse, si no esta tarde, mañana, suplico a mi distinguido amigo particular el Sr. Labra que mientras no se tome acuerdo acerca de esto, permita que continúe el debate que hay pendiente, para ver si así acabamos pronto el titulo 1° de la ley de sufragio universal. [2211]



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